La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un trámite necesario para asegurar que los vehículos en circulación cumplen con los requisitos de seguridad y emisiones establecidos. Durante la inspección, pueden detectarse diversos tipos de fallos, clasificados como defectos leves, graves o muy graves. En este artículo, exploraremos en profundidad qué son los defectos leves en la ITV, cómo pueden afectar a tu vehículo, y por qué es importante estar al tanto de ellos.
¿Qué son los Defectos Leves en la ITV?
En la ITV, se considera un defecto leve aquellos fallos que no afectan directamente la seguridad del vehículo ni contribuyen a emisiones contaminantes más allá de lo permitido. A diferencia de los defectos graves, que impiden que un vehículo apruebe la inspección, los defectos leves permiten que el coche siga circulando con la condición de que sean subsanados en futuras revisiones.
Ejemplos Comunes de Defectos Leves
Algunos de los defectos leves más comunes que se detectan durante una inspección técnica incluyen:
- Pérdida de aceite en los amortiguadores: Si bien la fuga de aceite es considerada un defecto leve, siempre que no haya goteo, es importante monitorearla para evitar que se convierta en un problema mayor.
- Luces de posición fundidas: Es un defecto leve llevar fundida una o varias bombillas de posición, siempre que no se trate de todas las luces delanteras, traseras o las de la matrícula.
- Oxidación en la carrocería: El óxido o desperfectos en la carrocería son considerados leves siempre y cuando no presenten aristas vivas ni riesgo de desprendimiento que podría afectar la seguridad.
- Pequeñas fugas en la dirección asistida: Se consideran defectos leves si no hay goteo y el sistema de dirección sigue funcionando correctamente.
- Escobillas del limpiaparabrisas en mal estado: Es un defecto leve si las escobillas están desgastadas pero aún cumplen su función. Lo mismo aplica si el lavaparabrisas no tiene agua.
- Testigo del líquido de frenos encendido: Aunque el testigo esté encendido, si el sistema de frenos funciona adecuadamente, se clasifica como un defecto leve.
- Desgaste de la goma antideslizante en el pedal de freno: Este desgaste no afecta el funcionamiento del freno, por lo que se considera un defecto leve.
- Defectos en la matrícula: Si la matrícula presenta desperfectos físicos pero sigue siendo legible, el defecto es leve.
- Defectos en el volante o la columna de dirección: Se consideran leves siempre que no afecten la capacidad de dirección del vehículo.
¿Cómo Afectan los Defectos Leves a la ITV?
La principal diferencia entre un defecto leve y uno grave en la ITV es que, aunque un vehículo presente múltiples defectos leves, seguirá obteniendo un resultado favorable en la inspección. Sin embargo, es importante que los propietarios de los vehículos atiendan estos defectos para evitar que se conviertan en problemas más serios que podrían afectar la seguridad del vehículo o resultar en fallos graves en futuras inspecciones.
Consejos para Superar la ITV con Éxito
Para asegurarte de que tu vehículo pase la ITV sin contratiempos, es recomendable realizar una revisión previa por cuenta propia o con un mecánico de confianza. Presta atención a detalles menores como el estado de las luces, el funcionamiento del limpiaparabrisas y la integridad de la carrocería. Estos pequeños chequeos pueden hacer la diferencia entre una inspección sin inconvenientes y la necesidad de futuras reparaciones.
Además, si ya has pasado por la experiencia de tener defectos leves, recuerda que, aunque no impiden la circulación, es una buena práctica corregirlos lo antes posible. Mantener tu vehículo en buen estado no solo contribuye a tu seguridad, sino también a la de los demás usuarios de la vía.
Conclusión
Conocer y entender los defectos leves en la ITV es crucial para cualquier propietario de vehículo. Estos fallos, aunque no graves, no deben ser ignorados, ya que su acumulación o evolución podría derivar en problemas más serios. Pasar la ITV es un proceso que garantiza la seguridad en carretera y la eficiencia de los vehículos en términos de emisiones. Por lo tanto, es responsabilidad de cada conductor mantenerse informado y realizar las correcciones necesarias para asegurar que su vehículo esté siempre en condiciones óptimas.